Por: Pilar Constanzo, Directora Ejecutiva UNIBE Recinto Cap Cana |
El tema del cambio climático es muy relevante por los impactos que genera al planeta y que afectan a la humanidad. Nuestro país no es la excepción y en él cobra aún mayor preeminencia, si se toma en cuenta que vivimos del turismo como principal fuente generador de riquezas y que éste se ve gravemente amenazado por el mismo.
Siendo tal la importancia para nuestra nación, es inminente que entendamos de qué se trata este fenómeno para luego analizar cómo enfrentarlo.
El “cambio climático” es un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima.
Otro concepto que hemos de conocer es el de “calentamiento global”, que se refiere al calentamiento de la tierra por el “efecto invernadero” – el cual proviene de las emisiones de gases por actividades del ser humano y el incremento a largo plazo en la temperatura promedio en la atmósfera-. El “efecto invernadero” es el calentamiento normal de la Tierra. Los gases de invernadero presentes en la atmósfera retienen parte del calor del sol y mantienen una temperatura apta para la vida. El problema está cuando se genera una cantidad mayor a la normal, lo que produce un calentamiento excesivo del planeta.
El turismo es responsable de algo más del 5% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (UNWTO, 2008): Los hoteles y otros tipos de alojamiento representan casi el 2%; los transportes representan prácticamente el 3% y las actividades (museos, parques temáticos, estaciones esquí), representan un % mínimo.
El cambio climático trae como consecuencia vulnerabilidad en las comunidades y condiciones nefastas, que incluyen:
- Aumento del nivel del mar
- Cambios en la diversidad biológica de la flora y de la fauna
- Incendios forestales
- Plagas
- Enfermedades
- Degradación estética paisajística
Ante estas secuelas, la solución para enfrentarlo envuelve dos aspectos: mitigar los efectos y adaptarnos. A nivel de adaptación, es recomendable trabajar en las áreas de técnicas, gestión, políticas, investigación, educación y comportamiento humano. En cuanto a las estrategias básicas de mitigación, se aconseja: uso de menos energía, mejora de la eficiencia energética, mayor uso de energías renovables y secuestro de carbono mediante sumideros.
Buena parte de los centros turísticos existentes en la actualidad han nacido por el deseo de sacar el mejor partido a unas favorables condiciones climáticas locales y regionales. En la República Dominicana también ha sido así y la huella que la vulnerabilidad del cambio climático deja en el turismo, que actualmente representa el 13% del PIB, podría traer grandes repercusiones económicas.
La condición insular del país hace que dos factores nos impacten muy directamente sobre los asentamientos e infraestructuras de las zonas costero-marinas y sus entornos, los cuales son: el aumento de temperatura y el aumento del nivel del mar (la sumersión de las costas bajas y erosión de playas, intrusión de agua salada en fuentes de agua potable, incremento del riesgo de inundaciones y daños por las tormentas y cambios en los patrones hidrodinámicos y de transporte sedimentario).
El país registra 67,289 habitaciones turísticas (Asonahores-Banco Central Feb. 2014) y se estima unas 33,000 habitaciones en hospedajes pequeños, apartahoteles y/o cabañas (2011). La mayoría están localizadas, junto a asentamientos humanos, en zonas costeras, con alta vulnerabilidad.
Conscientes de esa realidad, el país ha estado trabajando desde distintas organizaciones sobre la adaptación al cambio climático, destacándose entre las mismas el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Climacción, Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI), The Nature Conservancy (TNC), Fondo Marena y el Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT).
El reto es mayúsculo y por eso hemos de estar vigilantes para adaptarnos y mitigar los terribles efectos que el cambio climático puede generar en la población dominicana y el turismo, fuente de sostén de nuestra nación.
Fuente: Boletín Ambiental N°1 del Consorcio Dominicano de Competitividad Turística. Escenarios climáticos, vulnerabilidad y adaptación de la zona costera de la República Dominicana
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